Tipos de pilas | Alcalinas, salinas, de litio y de óxido de plata

Por su composición, las pilas pueden ser de litio, de óxido de plata, alcalinas o salinas. Las pilas de litio ofrecen una larga vida útil, lo que las hace ideales para dispositivos que necesitan una larga duración como audífonos o llaves de coches. 

Las pilas de óxido de plata presentan buena resistencia frente a las sacudidas y a la vibración, y tienen un comportamiento frente a la descarga mejor que las alcalinas. Sus usos son muy similares a los de las pilas de litio. 

Las pilas alcalinas son las más comunes. Estás compuestas de zinc, hidróxido de potasio y dióxido de manganeso. Conviene que su temperatura no suba de 25 grados y su principal ventaja es que pueden acumular una gran cantidad de energía. Se pueden emplear para dispositivos como tan comunes como mandos a distancia o radios. 

Por último, las pilas salinas están compuestas de zinc-carbono. Se encuentran cada vez más en desuso, ya que tienen menor capacidad que las alcalinas, aunque su precio también es más reducido. Se pueden emplear para los mismos dispositivos que las alcalinas.

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